El discurso negacionista y el medio ambiente en contexto de elecciones

En Verdes y Frites una vez al mes hacemos un programa especial dedicado al ambiente al que llamamos «Planeta B». Acá, junto con Gabriel Mazzei, problematizamos aquello que tiene que ver con nuestro modo de habitar el mundo, de pensarnos politicamente y de consolidar las discusiones que hacen a nuestro futuro. Hoy: El discurso negacionista y el ambiente en contexto de elecciones.

A esta altura de la historia, Milei ya es contaminación. “Una mancha en nuestro proceso histórico” diría Lourdes en el programa.

Hacemos el paralelismo entre experimentar el ambiente y hablar el lenguaje ordenador de lo que existe y por lo tanto los lenguajes: el economicista, el matemático, etc. La palabra contamina al ambiente.

Traigo un texto que escribí en Medio Habitante:

“Un agente contamina en tanto hay un entorno sensible, un externo a ser alterado, un afuera exento de la propia interioridad (y de la propiedad privada) que lidiará con lo que le tiremos.

Pero el planteo podría ser otro: la contaminación como acto identitario o confirmatorio de que algo nos separa del Mundo y de que tenemos injerencia en él.

Otra opción es el viceversa: hemos en tanto somos ambiente y lo contaminado/contaminante es nuestra herencia. El asunto es que el ser humano significa contaminar, se mire por donde se lo mire.

Según la RAE, contaminar implica “alterar nocivamente la pureza o las condiciones normales de una cosa o un medio por agentes químicos o físicos.” Pero en latín (contāmināre) también significa fundir en uno, juntar, mezclar para obtener un tercer resultado.

En todo caso es sacar fuera de lugar o generar un efecto, obtener un nuevo estado de algo asá que ahora es así y pudo ser roto, impurificado, alterado por los defectos del agente nocivo, de la sugestión, fundido para siempre o aumentado en dos grados, votante del papelito que más ensucia la calle. Hablar de contaminación es hablar de impacto. Y un impacto implica la fuerza, la capacidad de quien dice y hace.

Es prudente sospechar que nos vinculamos materialmente con el entorno y que, por lo tanto, podemos contaminarnos con él. Bajo dicho supuesto hay lo evidente y lo sensible: mi percepción y la tuya, la de cualquier desprevenido, ida, ide que camina por la calle, que lee y en el piso encuentra una boleta de alguien que contamina y dice preocuparse por la vida y el entorno.

¿Debemos juzgar el impacto de nuestras elecciones? Calcularlo es fácil: ¿cuánto cuesta hoy por hoy una hoja impresa a color en la fotocopiadora de tu barrio? ¡Que no hay plata como para andar tirándola en la calle, che!

Pareciera que la realidad solo nos deja interpretarla y no vivirla tal cual es. ¿Qué dice Milei respecto del cambio climático? Milei niega a la ciencia y quiere capitalizar a la Naturaleza. ¡Un año de sequía record!

Lo importante es entender que hay consenso científico sobre las causas del cambio climático, y este consenso indica que la Humanidad es la responsable. Negar el cambio climático es negar a la ciencia dura, esa que los libertarios dicen respetar.

Entonces ojo. Ojo que no es joda. Negar a la ciencia, con la performance de un león desquiciado, es peligroso. La ciencia escrita en lenguaje matemático no alcanza para entender todo lo que existe, pero al menos nos previene de futuras catástrofes.

Decía que la Humanidad es la responsable. Acá podemos acudir al inciso primero del artículo 3 de la Convención Marco de las Naciones Unidas Contra el Cambio Climático (eso que suena tan lindo y que en el programa acertamos con las siglas CMNUCCC). Dice: “las Partes deberían proteger el sistema climático en beneficio de las generaciones presentes y futuras, sobre la base de la equidad y de conformidad con sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus respectivas capacidades. En consecuencia, las Partes que son países desarrollados deberían tomar la iniciativa en lo que respecta a combatir el cambio climático y sus efectos adversos.”

Ergo, negar el cambio climático también es negarse a la cooperación del Norte desarrollado.

El verdadero debate consiste en identificar qué parte de la Humanidad tiene mayor responsabilidad. El Norte tiene una deuda ecológica con el Sur.

Ante el dato que tiré en el programa, lo actualizamos: es Estados Unidos, en términos absolutos, el que la mayor huella de carbono acumulada a lo largo de la historia2. Sin embargo, habría que calcularlo per cápita. Creo que ese era el dato que yo tenía, aunque tal vez mandé fruta o lo memoricé mal. En todo caso, en términos de emisiones por la quema de combustibles fósiles, Reino Unido se ubica en el puesto número 5, lo cuál no es poco teniendo en cuenta la evolución histórica de su población.

Para terminar, una fe de erratas: me trabé con el invento de Petri y dije lo ambientable. En el programa concluímos que no tiene sentido… Sin embargo, tal vez un poco sí, tal vez un sentido tiene, aquel que nos lleva de nuevo a la contaminación humana. “Ambientable”, aquello que puede ser ambientando pero ¿ambientado por quién? ¿según los gustos y piacere de quién? Entonces volvemos al planteo antropocentrista y seguimos así, no salimos a flote.

1https://www.instagram.com/mediohabitante

2https://www.bbc.com/mundo/noticias-internacional-59074490

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