Pensar una filosofía de la resistencia

En la columna de HEREJÍAS FILOSÓFICAS de «Verdes y Frites» que sale de Lunes a Viernes de 14 a 16 hs hacemos filosofía de la vida cotidiana, pensada colectivamente, y de la mano de Shanty Díaz

En la semana que nos llega un sentir especial de Memoria, Verdad y Justicia, conversar sobre la necesidad de hacer una filosofía en la que podamos sensibilizar la materia ensoñada de los conceptos, y con ello practicar una cierta resistencia a los poderes represores que no paran de fabricar representaciones imaginarias, esas que nos distancian de lo concreto y real, diría el querido León Rozitchner.


Por eso, el mismo León en “Filosofía y Terror” (1980) decía, ante la insistencia de los sistemas represores del terror militar, ese que no se detenía ni se detiene ante ninguna ley o moral, que: “Pensar es enfrentar en uno mismo los impedimentos que nos mantienen en la mera y hueca representación, porque expresar la verdad y pensarla implica despertar previamente en uno mismo -y vencerla para poder hablar- la angustia de muerte que viniendo desde las profundidades de uno mismo coincide con aquella que llega desde el poder represor”. Hacer una filosofía que le gane algunas fibras vitales a la muerte que nos acecha. De eso se trata esta columna.

Podes escuchar Verdes y Frites, noticias y un poco de humor ácido, de Lunes a Viernes de 14 a 16 hs

Hacer filosofía con la vida diaria, cerca de todo lo que inquieta y molesta. Una filosofia vital y radi(c)al. Gestar un espacio donde se proponga un pensar promiscuo que provoque las incomodidas necesarias para reorientar los sentidos. Hacer una filosofía pensada colectivamente, en la amable confrontación que polemiza lo naturalizado, lo acomdado en las entrañas mismas de los privilegios. Un rumiar las ideas y tejer las posibilidades de ciertos haceres inmediatos, micropolíticos, con cierto aire conspirativo o de sabotaje a las formas convencionales con las que triunfan las dominantes posiciones que violentan con total complicidad de todas las impunidades. Ante eso, una filosofía inquietante, impropia, profana, y a la vez esotérica, hereje y mistificadora de todos los pensamientos que han sido perseguidos por desestabilizadores y disidentes. O al menos intentar pensar juntxs todo eso, y que después salga lo que venga a salir, sin muchas más pretensiones que encontrarnos a pensar lo que nos atraviesa la vida.