Villanos… y villanas

En la columna “Macho dijo la partera” que sale por Verdes y Frites, sobre el rol de las masculinidades de la mano de Tincho Suárez, hoy hablamos de Los villanos y Las villanas.

LOS VILLANOS
Las producciones culturales que consumimos, cuentan historias que se transforman en nuestros modelos de vida a seguir. De esta forma, los varones encuentran su referente principalmente en las figuras de héroes y superhéroes mientras que las mujeres las encuentran en las figuras de princesas. ¿Qué pasa entonces con los villanos?


Los villanos son los anti referentes de esta cultura y por ello hay que prestarles la misma atención que a los personajes principales. Los héroes se cargan así de los valores que promueve la sociedad y los villanos están cargados de anti valores: malvados, egoístas, engreídos, narcisistas, corruptos, amorales y… afeminados. Resulta llamativa la cantidad de villanos de películas y series que son caracterizados con rasgos de feminidad, en su expresión, sin llegar a decir que son gays.

Por empezar las infantiles: Scar en El Rey León, Jafar en Aladin, El capitán Garfio en Peter Pan, El gobernador y su ayudante en Pocahontas, Frolo en el Jorobado de Notre Dame, “El” en las chicas superpoderosas, etc. Pero también en películas para adultos, por nombrar clásicos, Psicosis, Vestida para matar y El silencio de los inocentes, donde los asesinos juegan con lo drag o se trasvisten en algún momento de la película. La tendencia es tan notoria que parecería que lo cuir es inherente a la maldad, la explica. La decisión de los autores de asociar características de homosexualidad a sus personajes perversos provoca una sublectura en les espectadores. Para los heterosexuales funciona como señal de alarma, estas expresiones de género podrían indicar peligro, perversidad, etc. entonces mejor me alejo o peor, ataco anticipadamente o excluyo y castigo porque ya asumo una falta. Para la diversidad puede marcar destino identitario, si tu única referencia cuir es la de un villano, o podés alejarte de todo lo cuir y desidentificarte de todo eso o podes asumir destino: si todos los villanos son putos y yo soy puto por ende me toca ser villano.


Estas representaciones han ido desapareciendo por el activismo LGBT y también porque se produce cierta contradicción: los seres afeminados suelen estar caracterizados por la debilidad; pero no se puede hacer personajes musculosos o de apariencia fuerte y que tengan expresión feminizada. El código cuir para villanos ya está en desuso.

¿Qué lugar ocupa hoy esta tendencia? ¿Qué característica se adhiere a la perversidad de los villanos actualmente?
Los villanos tienen pensamiento propio, los héroes no, los héroes son obedientes. Los momentos épicos de las películas son cuando el villano da su gran discurso, y estos son profundos, filosóficos, diversos, a veces en contra del estatus quo, son grandilocuentes, utópicos. Los héroes cuando hablan siempre dicen lo mismo, buscan conmover y en principio lo hacen, pero son tan iguales y monótonos que terminan siendo aburridos.
Hay una tendencia actual de cargar al villano con un discurso en contra de ricos y poderosos y de las injusticias del mundo. Es llamativo que los villanos poco a poco están dejando de ser estos ricos y poderosos y que provocan las injusticias en el mundo para ser los que las denuncian. Claro, siguen siendo perversos, corruptos, manipuladores y/o asesinos, pero con un discurso que puede ser encontrado en la protesta social.
“Este universo es finito, sus recursos son finitos, si la vida no se controla la vida dejará de existir, necesita corregirse”. Dice Thanos que bien podría ser un ambientalista.

“Los dos sabemos que el verdadero poder en este mundo no es la magia, es el dinero, muchos dinero. ¿No estás cansado de estar viviendo al margen cuando esos tipos ricos con sus bonitos autos apenas voltean a dirigirte la palabra?”. Dice el villano del Sapo y La Princesa que es nada más y nada menos que un afroamericano.


En su película, el Guasón dice: “¿Alguna vez piensan lo que es ser alguien como yo? ¿Empatizar con los demás? No lo hacen. Ellos creen que nos quedaremos sentados y toleraremos todo como niños buenos, que no responderemos y atacaremos”.


“Los super son parte de su deseo de reemplazar la verdadera experiencia con la simulación. No conversan, ven programas de entrevistas, no practican deporte, ven deportes. Para poder sentirse protegidos viven pasivos, se han vuelto consumidores voraces que no pueden levantarse de sus sofás, sudar un poco y participar en la vida”. Dice la villana en los Increibles.


Los villanos son observadores, piensan y crean su propio sistema de valores. Los héroes son serviles al régimen imperante, nunca están en contra de las leyes, ni del Estado, no cuestionan nada, no buscan entender la razón de la violencia, sólo la detienen. Son un aparato parapolicial. Vivimos en un mundo injusto pero los héroes nunca ven la injusticia estructural, solo los villanos lo están viendo y evidenciando.
Los villanos pueden ser idealistas extremos como Thanos o pueden ser manipuladores que “EN NOMBRE DEL BIEN” esconden su egoísmo, sus intereses personales. Por supuesto los villanos cumplen con muchos mandatos de masculinidad y procedimientos patriarcales. Obsesionados por tener fuerza, poder, dinero y prestigio. Pero no mujeres, no forman familia ni suelen tener hijos. Son seres solitarios.

VILLANAS MUJERES
Las películas para público femenino (son así porque los varones desisten de verlas al tener como protagonistas a una mujer) tienen villanas gordas, feas, viejas y poderosas. Las películas para varones y todo público las villanas mujeres son bellas, jóvenes, sexualmente activas, con un aura erótica muy fuerte y muy explotada. Y su poder no se acerca al del antagonista héroe, su peligro está en la seducción.
En el imaginario popular contra las brujas hay levantamiento popular, una horda iracunda con antorchas la perseguirá hasta quemarla en una hoguera. En cambio, contra los supervillanos solo un superhéroe puede. El pueblo, cual princesa que necesita ser rescatada, se “feminiza” en el sentido de que se pone pasivo ante la violencia, solo puede pedir a dios, a un ser superior que lo rescate. Frente a una supervillana como pueden ser las brujas, el pueblo se “masculiniza”, toma cartas en el asunto y cooperativamente luchan contra el individuo poderoso y vencen. Necesitamos representaciones donde a un supervillano, el pueblo entero se levante a combatir, pero ya ni siquiera existen las brujas.


Hombres matando mujeres en películas, o peor una población entera prendiéndola fuego (aún por ser villanas) o héroes dando una terrible paliza a la malvada no es muy bien recibido hoy en día. Pero ¿Por qué si es aceptado que todo esto les pase a los hombres? Las peleas entre varones y mujeres en las películas existen, a pesar del mandato de proteger a la mujer, o que a ésta no se le pega, o que hay que ser muy canalla para agredir a la mujer uno siendo el fuerte. Esto construye la idea que las mujeres son débiles por naturaleza, siempre sacándolas o rescatándolas del conflicto nunca hay necesidad de que ellas se protejan solas o se auto-rescaten. Las pocas escenas de violencia contra las mujeres es cuando los villanos las atacan, o en los escasos eventos donde ellas son villanas, el hombre debe vencer siempre su mandato de no pegar a las mujeres dejándose pegar y resistiendo pasivamente lo más que pueda. Sólo entrando en riesgo su vida o la vida de alguien más este caballero podrá devolver el golpe. Entre varones esta ética no se aplica porque se asume una igualdad de condiciones, lo cual alimenta la idea cultural de la debilidad femenina.
Tenemos dos ejemplos emblemáticos que contradicen estas palabras pero veamos qué recursos aplican para salirse del embrollo. Por un lado, en La sirenita (spoliert alert), Úrsula muere asesinada por el héroe, atravezada por el mástil de un barco luego de convertirse en una mujer calamar gigante dispuesta a matar. Por otro lado, tenemos a La Bella durmiente, donde el Príncipe clava una espada en el corazón de Maléfica cuando ésta se ha convertido en dragón lanzallamas. En ambos casos sucede que son embestidas solo cuando se convierten en bestias.
Estos casos son raros en otro sentido, lxs villanxs casi nunca mueren en manos de los héroes, siempre caen al vacío o mueren víctimas de sus propios errores, salvando al héroe de convertirse en asesino.

Cuando hay una construcción romántica del héroe, la mujer siempre tiene que caer en papel de víctima, cae una y otra vez y podríamos pensar que es muy torpe o que hay una fijación del villano con ella, ¿por qué? Porque es el punto débil del superhéroe. Al corazón del héroe se llega a través, no de su pecho de acero, sino de sus mujeres.

Como en la guerra y como dice Rita Segato, “el cuerpo de la mujer no es botín de guerra, ni daño colateral, sino punto estratégico de derribo del enemigo”. Para derrotar a otro hombre, o comunidad, hay que atacar el honor de la misma: sus mujeres y sus hijos, sus “objetos” más preciados. Por eso, el cuerpo de las mujeres es parte estratégica para la conquista del enemigo porque con ello se logra la desmoralización total del oponente y su rendición. ¿Por qué se produce la desmoralización? El varón no pudo con su función primaria, la de proteger, “fracasó como hombre”, su valor social e individual cayó al último subsuelo, no hay más motivo de pelea, es hora de la rendición. Es común que los héroes den la vida por ellas, incluso en una transacción cuasi económica: “soy yo al que buscas, déjala a ella y llévame a mí”.

La historia heroica que necesitamos hoy en día es la de un mundo donde el superhéroe muera en la primera escena y al pueblo que descansaba en su accionar no le quede otra que luchar contra el supervillano y vencer. Sin personalismos, sin un protagonista. Porque la lógica que subyace es la siguiente: a un ser con poder lo tiene que luchar alguien con poder, si yo no lo tengo entonces es en vano que haga algo. Dejamos en manos de seres con poder. Lo más cercano a nuestra realidad es dejar en manos de grandes políticos lo que debemos construir desde abajo, esto sumado a poner en manos de los malos de las películas discursos de cambio social, parecería que las películas que consumimos tienen un mensaje subliminal de desestimar la fuerza militante y estigmatizar el discurso de protesta social.

Podes escuchar Verdes y Frites, noticias y un poco de humor ácido, de Lunes a Viernes de 14 a 16 hs