Edgardo Form: un valioso legado para el cooperativismo argentino

La Asociación Civil De la Azotea lamenta el fallecimiento de Edgardo Form, quien fuera Presidente del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC) y Vicepresidente de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (Cooperar). Un imprescindible del sector productivo sin fines de lucro.

Además, radialista que encabezaba el programa Desde la Gente, el programa del IMFC dedicado a la economía solidaria y una de las voces de los microprogramas de la misma producción. Y colaborador en la Revista Acción, en defensa del cooperativismo y del país.

Nacido el 18 de febrero de 1950, egresó como maestro de la célebre Escuela Normal de Profesores Nº 2 Mariano Acosta de la Ciudad de Buenos Aires. De hecho, se encontraba desempeñándose como docente en una escuela primaria porteña cuando ingresó al Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos, en 1970, como auxiliar del servicio de Auditoría, a cargo del recordado Aarón Gleizer. En el IMFC desempeñó además importantes roles de conducción: desde 1986 hasta 2001 fue sucesivamente gerente de Relaciones Institucionales y subgerente general institucional, y luego pasó a ejercer la Gerencia General hasta que la asamblea general del IMFC, celebrada en Rosario, lo designa el 17 de octubre de 2015 presidente de la entidad, cargo que ejerció hasta su fallecimiento.

En representación del Instituto ejerció la presidencia de la Confederación Cooperativa de la República Argentina (COOPERAR) entre 2007 y 2011. Y volvió a la máxima entidad del cooperativismo urbano en el país elegido vicepresidente 1° en 2015, secundando a Ariel Guarco, quien luego fue electo titular de la Alianza Cooperativa Internacional. 

Marta Gaitán, presidenta del Comité de Equidad de Género de COOPERAR, sintetizó a Form como “el dirigente, el militante cooperativista y solidario y el amigo aliado de las causas justas convivían en la misma persona con una enorme generosidad, amplitud y un estilo de liderazgo más que adelantado para su época. Ni bien asumió como presidente le propusimos con Liliana Carpenzano, entonces adscripta a la presidencia, la institucionalización de un espacio que trabajase la perspectiva de género hacia adentro de la vida de la federación y hacia afuera con todos los movimientos políticos y sociales que emergían al calor de los movimientos de mujeres y feminismos. Su respaldo y decisión política fue inmediata por su visión del movimiento siempre empapado y atravesado por la militancia de los derechos humanos”.

Y agregó que “Nos guía y consuela su legado que llevaremos como el necesario mandato de quien él mismo se calificaba como un humilde servidor. No es mucho decir que extrañaremos tus palabras calmas, firmes, sensatas, nunca neutras y siempre del lado correcto de la vida.

Hasta siempre Edgardo, hasta que todo sea como lo soñamos!”

Foto: Juan Quintanilla.