Privatización de Aerolíneas Argentinas: el sueño de Eurnekián de crear un imperio turístico

Después de todo, los principales funcionarios del Poder Ejecutivo tuvieron un destacado paso por la Corporación América, el holding que incluye Aeropuertos Argentinas 2000 entre sus principales activos, pero que, también, tiene intereses en empresas de energía, petróleo, agroindustria, y FinTech, e incluyeron al propio presidente, Javier Milei en el pasado, aunque el caso más paradigmático sea el del Jefe de Gabinete, Nicolás Posse que, hasta que recibió el ofrecimiento de Milei para sumarse a su equipo, tenía un cargo gerencial en la sede central de la empresa de Eurnekián.

En este contexto de crisis política por la resistencia que enfrentan las reformas que busca llevar adelante la administración de Milei, Eurnekián está a punto de conseguir un sueño que persigue desde hace décadas. Crear un “imperio empresario” que reúna aeropuertos, compañías aéreas y complejos turísticos.

Luego de lanzar un plan de retiro voluntario para 8.000 trabajadores en tierra sobre un total de 12.000 empleados, el nuevo presidente de Aerolíneas Argentinas, Fabián Lombardo, comunicó a todo el personal que, a partir del 3 de abril próximo, deberán cumplir sus tareas de manera presencial.

Además, presentó un plan de negocios que redujo significativamente los aumentos salariales para el ejercicio 2024, pese a la inflación y recesión del país, que genera malestar entre los gremios aeronáuticos.

Por ejemplo, la Asociación Argentina de Aeronavegantes de Juan Pablo Brey, realizará asambleas sorpresivas en el aeropuerto Jorge Newbery, que derivarán en cancelaciones de vuelos por la incertidumbre que generan las medidas sobre los ingresos y el futuro laboral de los empleados en un contexto de privatización de Aerolíneas.

“Entre los gremios hay mucha preocupación por el futuro de toda la actividad”, reconoce un piloto que está convencido de la decisión de Javier Milei de privatizar Aerolíneas, según los dictados de Eurnekián.

Lo cierto es que, recientemente, Nicolás Posse decidió premiar a uno de los arquitectos de la política de cielos abiertos con la recreación de una oficina que había sido cerrada por Cristina Kirchner luego que Ricardo Cirielli de APTA fuera eyectado de ese cargo tras las denuncias que realizó en 2008 contra Ricardo Jaime que era su superior en la secretaría de Transporte.

La subsecretaría de Transporte Aéreo vuelve al organigrama ministerial de la Nación con nuevo nombre, antes se leía en su presentación, Transporte Aerocomercial, pero sus funciones son similares.

Ahora bien, un régimen aerocomercial en línea con el capital privado, como ensayó la gestión de Mauricio Macri, dejaría con pocas posibilidades de éxito a una eventual línea de bandera manejada por sus empleados, como propuso Javier Milei.

Aerolíneas Argentinas es una sociedad anónima, no es una sociedad del Estado, lo que la pondría más a tiro para ser adquirida, en algunas de sus partes, por empresarios privados como Eduardo Eurnekián.

Porque el decreto desregulador de la economía, que generó mucho ruido político con el rechazo que cosechó en el Senado nacional, establece la derogación del régimen de sociedades del estado, así como de toda normativa que impida la privatización de empresas públicas.

La transformación que no necesita Aerolíneas porque ya es una S.A., es condición necesaria para el resto de las sociedades del estado (S:E.) para poder habilitar la venta de paquetes accionarios en poder del estado a través del mercado de capitales. De esta manera, se elimina la necesidad de aprobar una ley de privatización en el Congreso para cada empresa en particular.

Además, se evita tener que vender la empresa a un solo operador. Cualquier inversionista puede adquirir parte de la empresa en la Bolsa de Comercio si se dispone que se realice una oferta pública.

El management de la empresa parece comenzar a prepararse con la idea de enfrentar un proceso privatizador que posibilite repartir la compañía. La operación de los vuelos, o sea, el mantenimiento mínimo, la carga del combustible y otros ítems, se enajenaría, por un lado. La capacitación, iría por otro carril y la infraestructura de grandes talleres quedaría para American Airlines u otra gran empresa aeronáutica del exterior.

Sin embargo se encontró un fallo de la Secretaria de la Competencia del año 2002 que le impide a Eurnekian comprar o tener acciones de una línea aérea. Corría el año 2002, tiempos del Gobierno de Eduardo Duhalde y de una mega crisis económica, política y social de la cual la aviación no estuvo exenta. Por aquellos años el Grupo Marsans había comprado Aerolíneas Argentinas y LAPA, Líneas Aéreas Privadas Argentina de la cual Eurnekian era accionista, venia acumulando una deuda millonaria.

Aeropuertos Argentina 2000 que nació durante el año 1998, desde la crisis que se desato durante el año 2001 y antes también ingreso en el paquete accionario de LAPA dándose así por primera vez en el país una realidad dentro de la industria en la cual el principal concesionario de aeropuertos formaba parte de una línea aérea.