La novela de la Casa Rosada:

Así arrancaba la Vicepresidenta su mensaje a la ciudadanía, después de que empezaran las redes a hablar sobre la ruptura de su vínculo con Javier Milei.

El presidente Javier Milei admitió que el rechazo en el Senado del cuestionado DNU 70/2023 “era algo esperable” para el Gobierno pero afirmó que esa toma de posición por parte de las provincias en la Cámara Baja “deja algunas dudas sobre el Pacto de Mayo”. En este sentido reiteró su amenaza a los gobernadores: “Si quieren confrontación va a haber confrontación”.
Según Milei, las dudas están puestas sobre la posible toma de posición de los legisladores nacionales sobre la ley ómnibus, cuya aprobación es un requisito que el Gobierno puso para la negociación y financiamiento de las provincias.

Por otra parte, Milei descartó que haya una crisis interna con la vicepresidenta Victoria Villarruel, sobre la cual él mismo retuiteó amenazas que cuentas de trolls publicaron tras la decisión de que el DNU sería votado en el Senado.

“Esto fue aclarado por Manuel Adorni en la conferencia de prensa ayer”, dijo y sostuvo que los rumores de peleas tuvo que ver “con una interpretación maliciosa” del comunicado de la Oficina del Presidente en el que, objetivamente, se ejerció presión sobre quienes habilitaron ese trámite.
El Presidente cuestionó también la decisión del senador radical Martín Lousteau de votar en contra de la vigencia del DNU por considerarlo “inconstitucional”, en consonancia con el arco opositor que le dio un revés a esa medida.

En el mismo tono, redobló sus críticas haciéndose eco de los cuestionamientos que Patricia Bullrich había hecho de Lousteau. “Como señaló la ministra, puede ser que él esté muy enojado porque dentro de las cosas que bajamos estuvieron las cinco universidades, y ese grupo (al que Lousteau pertenecería) tiene negocios vinculados a las universidades”.

Luego de que el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Martín Lousteau, votara en contra del DNU 70 que se trató el jueves en el Senado y fue rechazado por 42 votos contra 25, un grupo de líderes del partido -cuatro gobernadores y los titulares de bloque del espacio en ambas cámaras- firmaron un comunicado aparte en el que se despegaron de esa decisión. Ahí dijeron que apoyan la idea de impulsar nuevas reformas en el Gobierno, aunque repararon en que la gestión de Javier Milei debe llamar al consenso y abandonar el tono de la campaña electoral.

Bajo el título Queremos un cambio en el país y una UCR moderna, los dirigentes introdujeron que la Argentina necesita “acuerdos y consensos” que permitan sacar al país del “estancamiento y la decadencia” que le achacaron al kirchnerismo. “Respetamos el camino que eligieron los argentinos en las elecciones del año pasado con un claro mandato de cambio y vamos a contribuir con las herramientas justas y necesarias que el Gobierno necesita para avanzar en su plan de gestión”, sentenciaron, luego de que el presidente del partido considerara que el megadecreto de la gestión mileísta era “inconstitucional” y votara en contra.

En la sesión del jueves, a Lousteau se sumó Pablo Blanco. Ellos fueron los únicos dos senadores de la UCR que rechazaron el megadecreto. Maximiliano Abad se abstuvo. Asimismo votó contra la iniciativa Edith Terenzi, de Chubut, que pese a ser radical integra otro bloque: Cambio Federal.

Estas posturas generan una división fuerte dentro del partido, que asimismo se vio reflejada en la sesión especial por el proyecto que buscaba modificar la fórmula jubilatoria esta semana en Diputados y que iba contra las intenciones del Gobierno.