En “La Revolución de la Mañana” hablamos con Luana Simoni, delegada de ATE en IOMA y trabajadora social, y pre candidata a intendenta de la ciudad de La Plata, a raíz de las inundaciones.
Hace 10 años atrás sucedía una historia similar, quizas con peores consecuencias, pero que nos dejan en claro que durante todo este tiempo ninguna de las iniciativas que se plantearon desde el ejecutivo para que no vuelva a repetirse una catastrofe se llevaron adelante. No hubo presupuesto, acción, politicas preventivas, y hay detrás de esta nueva inundación una gran responsabilidad política.
Hicimos un recorrido sobre la problemática, que es lo que sucedió, y como fue el trabajo de las asambleas, donde se ve la solidaridad de la gente que inmediatamente se puso en acción para poder ayudar a sus vecinos y vecinas. ¿Cómo influye el negocio inmobiliario? Bueno, este es uno de los grandes factores que según Simoni afectan en la ciudad, por la especulación, y el trato que se le da a los km de alcance que tiene una ciudad con las caracteristicas de La Plata.
“Después de 10 años de lo que para nosotros fue un crimen social, lo que se demostró el otro dia es que La Plata sigue siendo una ciudad inundable, prometiendo que los platenses pueden dormir en paz porque puede manejar el problema hídrico y hay miles de familias que se vieron afectadas por el agua y nuevamente perdieron todo. Hace días el intendente dijo que no había empezado la segunda etapa de las obras, 8 años después no empezó a hacer las obras, hay una responsabilidad compartida entre provincia y municipio”
La situación actual de la ciudad de La Plata es en palabras de Simoni “un colapso” donde “más construcciónes se realizaron en los últimos años y no para resolver la vivienda, que es uno de los dramas sociales de los últimos tiempos” haciendo referencia a la falta de cumplimiento de la Ley de acceso justo al hábitat, y profundizando también en como esto repercute en enojo y surgimiento de la ultraderecha,“lo que aparece en estas situaciones es la solidaridad de los vecinos, esos lazos profundos que se vió en la inundación de hace 10 años volvió a verse, inclusive para reclamar, y exigir que se limpien los arroyos y se hagan las obras. Claramente no se cumple la ley de acceso justo al hábitat, la realidad en los barrios es de mucha precariedad, y las obras muchas veces las realizan los mismos vecinos, por eso decía que es una responsabilidad compartida”
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